Uno
de los pilares básicos del movimiento 15M es la auto-denominación rotunda de
ser anticapitalistas, para lo cual, si se quieren exponer planteamientos
concretos y superar la mera retórica, es necesario definir con precisión
aceptable cuales son los modos de enfrentarse al Sistema. Yo conozco seis y,
puede que haya alguno más.
1) Actuar pasivamente y esperar al colapso del Sistema,
víctima de sus errores geo-ambientales, de sus crisis cíclicas cada vez más
aceleradas y de sus contradicciones permanentes. Esto nos pone frente a un
panorama sombrío de consecuencias desconocidas e incontroladas.
2) Destruirlo y construir sobre nuevos cimientos un nuevo orden lo cual exigiría una
correlación de fuerzas rotundamente favorable, que es inexistente y, sin que
esté muy claro cuál sería este nuevo orden. Esta sin diseñar.
3) Domarlo: reformas,
regulaciones y ajustes. En síntesis esto es la Socialdemocracia. Hasta el
momento, con sus vaivenes históricos y sus limitaciones es lo único conocido en
la práctica si estamos hablando de países (*)
4) Escapar del Sistema, (¿Dónde, y haciendo qué?), una especie
de nicho político, social, ecológico y económico de circuito cerrado y
autosuficiente, lo cual sería, por definición, limitado.
5) Erosionarlo, actuar sistemáticamente y de manera combinada en tareas de desgaste, necesariamente parciales y locales, lo cual sería simplemente destructivo--no propositivo--lo cual, a lo sumo, aceleraría (?) el tantas veces pronosticado colapso del Sistema sin haber construido una alternativa de cambio.
5) Erosionarlo, actuar sistemáticamente y de manera combinada en tareas de desgaste, necesariamente parciales y locales, lo cual sería simplemente destructivo--no propositivo--lo cual, a lo sumo, aceleraría (?) el tantas veces pronosticado colapso del Sistema sin haber construido una alternativa de cambio.
6)
Poner en marcha una sabia combinación de las alternativas (3), (4) y (5) que, a la vez que se atiende el
día a día con pequeñas y continuadas mejoras, se incide en la necesidad de una
acción colaborativa solidaria y se crean los mecanismos para ello (Extensión
del asociacionismo); De la creación de una cultura nueva en contraposición a la
cultura de consumo explicando convenientemente las ventajas que ello conlleva
(Formación cultural y extensión del conocimiento político); Fortalecimiento y
conveniente estructuración de los movimientos sociales (Mejorar el tejido
asociativo consolidando la capacidad legal de las asociaciones) , con las
peculiaridades de cada una, pero integrados en la concepción global de lo que
son los Derechos Humanos; Deducir de lo anterior una batería de bases jurídicas
y políticas
fundamentales (no demasiadas), imperativas, que sirvan de aglutinante social, común,
para la acción global en cada localidad, en cada territorio, en todo el
conjunto del Estado. Fomento y revalorización del compromiso social.
La
famosa frase de un conocido político, "el
cielo se conquista por asalto" nos coloca ante el dilema de ofrecer la
utopía para mañana engañando al personal, o bien, decantarnos por el trabajo
diario ordenado y tenaz, con buena planificación y objetivos concretos. Después
de una larga trayectoria y como resultado de mi activismo práctico durante los
últimos siete años en la base social, yo soy partidario de la alternativa (6).
Se debe tener en cuenta que todos los sistemas socio-económicos son mezclas
complejas de estructuras culturales y económicas diversas, de relaciones muy
variadas entre personas/colectivos y múltiples actividades interconectadas. No
es una tarea simple y por lo tanto es falso que se pueda abordar de manera
simple. Todo este entramado, que es nuestra realidad cotidiana, presenta sin embargo,
multitud de fisuras donde es posible insertar alternativas de resistencia que
palien "el día a día" de situaciones de degradación y exclusión de las
personas en todos los escenarios.
Llegados
a este punto, es inevitable abordar el, "no
nos representan". Suponiendo que sea cierto,--al menos en gran parte--,
esta rotunda negación, aisladamente, no aporta soluciones al problema. ¿Qué
tipo de relaciones se deben establecer con aquellos que decimos que no nos
representan?-- El Cambio Climático no deja de ser cierto porque los Negacionistas digan lo contrario-- No solo nos representan
y deciden por nosotros, sino que son bastante incontrolables, por lo que hay
que tomarlos en serio. La cuestión está en si es posible, a partir de la creación
de "Circuitos Paralelos
Ciudadanos", controlar e influir en las estructuras políticas
convencionales de la Democracia Representativa, basada en los partidos
políticos que todos conocemos. Tenemos que tener claro que la posibilidad de
liquidar el Sistema está a mucha más
distancia temporal de lo que puedan lograr los "Circuitos Paralelos Ciudadanos" en el presente e
inmediato futuro mediante el activismo bien organizado en beneficio del
conjunto de la sociedad civil. Además, ambos enfoques para la solución del
problema no tienen por que ser incompatibles.
Jorge Sebastián. (18/05/2019)
(*)
Deliberadamente se excluye tratar lo que fue la Unión Soviética, o lo que son
hoy algunas experiencias, China, etc.