A
esta conclusión han llegado en el Foro Económico de Davos los altos dirigentes
que manejan la política económica del mundo.
Esta
ha sido la percepción de Ana Botín, Francisco González, Sánchez Galán y el
ministro Luis de Guindos. Se mantuvieron apartes, en privado, con los
principales fondos y bancos de inversión extranjeros, como Goldman Sachs,
Blackrock y Bridgewater. Todos ellos manifestaron su "enorme alivio"
por los peligros que podía haber acarreado un Podemos con opciones de gobernar,
opciones que, según su opinión, ya han desaparecido.
Sin
duda, los meses de pública bronca continuada en el seno interno de Podemos, ha
expuesto a la luz la consistencia real de una organización que manifestaba hace
unas semanas en boca de su máximo dirigente, Pablo Iglesias, "el día que
dejemos de dar miedo seremos uno más". Errejón respondía: "A los
poderosos ya les damos miedo", el reto es seducir a la parte de nuestro
pueblo que sufre pero que aún no confía en nosotros.
Galgos
y podencos. La eterna cuestión, es penoso todo esto.
Tienen
el convencimiento de que PP y PSOE se van a entender---como han venido haciendo
desde la Transición--y que va a haber estabilidad a medio plazo. Dan por hecho
que no va a haber elecciones antes de 2019 y piensan que el mérito de haber
frenado a Podemos no es atribuible ni al Gobierno ni a la Banca. ¿Entonces, de
quién es el mérito?
Parece
ser que ha sido el propio pueblo, ese meritorio pueblo templado, sesudo y
ponderado el que ha decidido poner el Gobierno en manos de quien asegura la
estabilidad política, una estabilidad política que garantizará culminar las
necesarias reformas estructurales, (lease todo tipo de recortes). Entretanto,
muchos militantes estamos rezando laicamente, porque la pareja de baile
Pablo-Iñigo termine el tango "Vistalegre" sin pisarse los pies en
exceso.
JMS (24/01/2017)
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